
Con los increíbles y rápidos avances de las nuevas tecnologías muchas empresas no sólo enfrentan desafíos estratégicos, sino que también corren el riesgo de volverse los dinosaurios de la era de la transformación digital.
De la gestión tradicional al caos digital
En su libro, The Future of Management, Gary Hamel señala que:
“En este momento, su empresa tiene procesos de negocios habilitados vía web del siglo XXI así como procesos de gestión empresariales de mediados del siglo XX, todo construido sobre los principios de administración del siglo XIX.”
El mercado que conocíamos, el que llevamos años aprendiendo, aquel que estudiamos en nuestros MBAs, ha sido cambiado: aprendimos acerca de dar certeza al inversionista, de mantener un negocio predecible, dando estabilidad y continuidad al negocio. Nadie nos enseñó de revolución y caos.
Enfrentamos una nueva realidad que trae consigo un mundo de caos que parece no tener fin: las nuevas tecnologías aunadas a los cambios en los hábitos de los consumidores continúan alterando los modelos de negocio, sin dar respiro.
Al ver este caos, nos asaltan temores que resultan paradójicos:
¿Y si nos quedamos rezagados?
Quizás ya lo estamos.
¿Y si nos equivocamos?
No hacer nada ya es equivocarse
¿Y si nos detenemos hasta que pase?
Tal vez no haya negocio después del caos.

Nuevo paradigma estratégico: agilidad y transformación digital
Dado que los procesos de planeación estratégica tradicional tienen un ritmo lento y a largo plazo, desafiar el modelo de negocio actual es imperativo para crear una estrategia ágil con capacidad de respuesta. Este es el nuevo principio de gestión.
Uno de los primeros cambios de paradigma que debe ocurrir está en nuestras mentes, la estrategia no importa que tan bien definida esté, servirá de poco si al momento de ejecutarse, las condiciones de mercado han cambiado de forma sustancial.
En una encuesta realizada por Mckinsey, para empresas que lanzaron proyectos de Transformación Digital, cerca del 70% de los encuestados realizó cambios en el equipo directivo de la organización e incorporó ejecutivos familiarizados con las tecnologías digitales.
En su libro, The Digital Transformation Playbook, David Rogers identifica los elementos clave a considerar para la definición de una estrategia digital. Se centra en aquello que las organizaciones deben pensar para transformar su modelo de negocio. Identifica 5 áreas de negocios clave antes de iniciar un proyecto de Transformación Digital y sugiere centrar la estrategia en estos: clientes, competencia, datos, innovación y valor al mercado.
La transformación comienza con las personas
Durante la mayor parte del siglo XX, las organizaciones eran definidas con una visión maquinista, es decir, con principios de gestión propios de la revolución industrial, no debería sorprender que los empleados trabajaran con base a roles de puesto muy estructurados y poco flexibles, sus líderes querían eficiencia y cumplimiento, no innovación o pensamiento crítico.
Sin embargo hoy en día, es precisamente esa mentalidad innovadora, emprendedora, tipo startup la que busca nuevas ideas y que no tiene una burocracia como camisa de fuerza. La que también se requiere para iniciar un proyecto de transformación digital. La transformación inicia con una estrategia ágil, se apalanca con las tecnologías digitales, pero se logra a través de las personas. Este es otro paradigma que tiene que cambiar en esta nueva revolución tecnológica.
No se puede obligar a las personas a cambiar, tienen que tomar la decisión de que cambiar es lo mejor para ellos. En muchos sentidos, mantener el status quo está en la naturaleza humana y por supuesto, las personas a menudo tenemos miedo al cambio, aunque, paradójicamente, también lo tenemos a seguir donde estamos. Y es así: cuando se trata de cambiar, no hacerlo parece menos riesgoso. Tener éxito significa no fallar, pero para tener éxito debe aceptar e incluso invitar al fracaso.
La clave entonces es transformar la organización, con foco en la entrega de valor al cliente, habilitando a las personas en el uso de tecnologías de información. Una estrategia de Agilidad Organizacional es el medio para detectar e implementar iniciativas de Transformación Digital de forma rápida y sobre todo exitosa.
Conclusión
En la era digital y la disrupción constante, muchas empresas siguen operando con modelos de gestión anticuados, incapaces de adaptarse a los retos de las nuevas tecnologías. La planeación tradicional ya no es suficiente: se requiere agilidad estratégica, mentalidad innovadora y una transformación profunda que comienza con las personas.
Autores como Gary Hamel y David Rogers advierten sobre el desfase entre los avances tecnológicos y la gestión empresarial. Mientras tanto, compañías líderes están rediseñando sus estructuras, incorporando talento digital y enfocándose en cinco áreas clave: clientes, competencia, datos, innovación y valor.
La transformación digital no es solo tecnológica, es un cambio de mentalidad. Para sobrevivir —y prosperar—, las organizaciones deben adoptar modelos ágiles, empoderar a sus equipos y centrarse en la entrega continua de valor.
No adaptarse ya no es una opción. El cambio es inevitable, pero también es una oportunidad para evolucionar, liderar y crecer.
Si deseas profundizar en este tema y adaptar tus estrategias en gestión de proyectos, te invitamos al Diplomado en Transformación Digital. ¡Prepárate para liderar el cambio en tu organización!
